INVISIBILIDAD

INVISIBILIDAD (Del lat. invisibilĭtas, -ātis) es la cualidad de ser INVISIBLE (Del lat. Invisibĭlis).

Indagando sobre las diferentes definiciones de Invisibilidad encontramos enunciados que nos hablan de la cualidad de aquello que no puede ser visto o que (¿alguien?) rehúye de ser visto.

Por otro lado, del Diccionario de María Moliner, extraemos que lo invisible es cuando nos referimos a aquellas cosas pequeñas que pueden quedar disimuladas. Aunque también atribuye esta cualidad a esas cosas tan pequeñas que llegan a ser insignificantes.

Esta vez me gustaría hablar de lo contrario a la presencia, la invisibilidad.  Y es que todos tenemos algo de invisible en nosotros. A veces pueden ser sentimientos; secretos inconfesables; o incluso fetiches o perversiones. Más inocentes o menos, pero son aquellas cosas que nos guardamos a nosotros mismos y no queremos revelar a nadie.

A mí me gusta llamarlos “Códigos de Invisibilidad”, éstos comportan un método propio, una actitud, una pose en fin y al cabo. Son todo lo contrario a aquello de “Lo lleva escrito en la cara”.

Somos invisibles porqué no nos dejamos ser vistos. En ocasiones ni por nosotros mismos. Es como salir cada día de casa con el maquillaje oficial que nos obligamos a lucir al público. De hecho hay quien dice que la gente más desdichada sale a la calle con la mayor de las sonrisas, y puede ser cierto. Y es que la sonrisa más amplia puede esconder la tristeza más grande, la cara más inocente puede ocultar el instinto más primitivo, o la apatía puede disimular las ganas más amplias de rebelarse al mundo.

También podemos hablar de actitudes invisibles, aquellos actos que hacemos y que no se nos reconocen. En el ámbito académico o laboral, la poca empatía que gasta nuestra sociedad actual deja invisibles muchos esfuerzos que no se verán reconocidos jamás. Lo mismo puede ocurrir en lo personal que a veces no reconocemos o no nos saben reconocer el valor de nuestros actos.

Pero también podemos hablar de actitudes invisibles dulces. Aquellos homenajes silenciosos que otorgamos a veces a nuestros seres queridos y que pocas veces son reconocidos pero que aún así no les resta la emoción misma de llevarlos a cabo. Estas actitudes invisibles dulces pueden vehicularse mediante lenguajes propios donde cada uno rige sus normas.  Uno muy común es la música. Yo por lo menos cada vez que dedico una canción, tiene un mensaje más o menos directo o revela alguna emoción que siento. No es nada original, pero me ayuda a expresar y siempre es algo bueno.

En cuanto a mi invisibilidad personal, en una ocasión llegué a sentirme invisible, insignificante, nada. Quería desaparecer de muchas miradas, la más urgente, la mía. Casi lo consigo, casi empezaba a perder un tercio de mi existencia. Pero no fue así y ahora me quiero ser más visible que nunca. Me quiero VER.

Gracias.

 Pet Shop Boys. Invisible.

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.